Algo tan sencillo como responder al teléfono y hablar con una voz que no es la nuestra, puede marcar la diferencia entre un posible peligro y uno que podría ser real. Una acción preventiva, que puede ahorrar más de un disgusto a los que la practiquen y que es posible, gracias a un invento bastante sencillo y que se puede adquirir en casi todas las tiendas especializadas: el cambiador de voz.
Se trata de un simple procesador electrónico que se activa y que transforma, en tiempo real, la voz de la persona en cuanto descuelgue el teléfono. Este procesador electrónico puede estar incorporado dentro del circuito del propio teléfono perfectamente camuflado y se podrían elegir los tonos de voz deseados, marcando simplemente los números que están en el panel.
Tiene la capacidad de cambiar la voz de una mujer a un hombre, de un adulto a un niño o viceversa y siempre con la gran discreción que ofrece un teléfono al no ver a la persona con la que estamos hablando.
Las razones para usar este material son muchísimas. Situaciones que provoca que este objeto tenga un amplísimo rango de acción que va, desde la simple protección o autodefensa, hasta el “ataque” para averiguar informaciones o datos que queramos saber. Veamos algunos ejemplos.
Posibles escenarios
Una de las situaciones en donde más se utiliza el cambiador de voz telefónico es cuando un individuo se encuentra amenazado por otra persona u organización. Por ejemplo, un testigo protegido por los cuerpos de seguridad del Estado, podrá responder a una llamada “no prevista” con una voz diferente a la suya para no ser reconocido.
Un político, funcionario, alto cargo, empresario amenazado por organismos terroristas también podrá utilizar este artículo para intentar despistar sobre quién es realmente el que vive en un determinado hogar.
Servirá también como defensa en una de las mayores lacras actuales que se está cebando especialmente con la sociedad española este 2010, la violencia de género. Agresiones que se están intentando evitar gracias a la acción del teléfono directo de denuncia 016 y que, entre otras muchas cosas, ayudan a las personas maltratadas a buscar un nuevo hogar. En ese caso es cuando el maltratador intentaría ponerse en contacto con su ex-pareja y una de las formas podría ser vía telefónica.
Además, gracias a este artilugio, hemos podido escuchar las increíbles historias relatadas “directamente” de la boca de “Antonio Salas” en La Rosa de los Vientos. Una técnica muy útil para proteger su verdadera voz.
Sin embargo, el cambiador de voz no sólo sirve para los anteriores casos. Muchas veces la mejor defensa es un buen ataque. Jefes que quieren poner a prueba a sus empleados pueden llamarles con este material para no ser reconocidos y averiguar como actuarían ante una situación límite. Capacidad de desenvoltura, etc. Algo muy práctico para saber cómo son las personas con las que contamos para llevar adelante un negocio.
Como todos los artículos de los que hablamos en El Reservado, el teléfono cambiador de voz tiene precios dispares según el grado de profesionalidad que requiera su uso. Existen teléfonos desde 40 euros que tienen hasta 4 tonos diferentes de voz pero que no serán demasiado realistas. La voz no sonará todo lo natural que debería y seguramente se escuchen ruidos y distorsiones que no deberían estar ahí.
Si el objetivo de la adquisición de este material es algo más profesional, seguramente los procesadores requeridos llegarán hasta los 130 o 150 euros, puesto que tendrá un rango mayor de tonos y la calidad, a la hora de convertir una voz en otra, será superior.
No deja de ser curioso que en pleno siglo XXI y con la gran cantidad de teléfonos móviles que circulan por el mundo, los teléfonos de pared, de mesa e inalámbricos, sigan encontrándose en los hogares. Esa es una de las razones principales por las que este cambiador de voz, camuflado en un teléfono y que además realiza sus funciones correctamente, se haya ganado un puesto de honor dentro del material de espionaje.
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